domingo, 28 de junio de 2009

cosas que uno encuentra yendo a votar



guau

desde los doce años me parece no andaba con una timidez tan ridícula, tan puber, y tan imposibilitantemente diluída al cien por ciento de mis ámbitos y acciones y ámbitos y acciones y gestos de la cara del cuerpo de las manos de las cejas y pestañas


martes, 23 de junio de 2009

en época de parciales

una vez más se comprueba !!!,
engripada me convierto en una especie de máquina afectiva insoportable con talento mutantemente sobrehumano para el tetris.

y se me repite repite siempre siempre siempre la escena del libro, el delirio de fiebre y las conclusiones
ya me había olvidado de ustéd, escena del libro de fiebre y conclusiones, aunque siempre es

un libro diferente, y siempre son las mismas conclusiones

arfagh
argh. snif achús

lunes, 22 de junio de 2009

qué habré hecho de bien en la vida,
para que cada vez que se muere un obispo y yo le compro un rollo a mi cámara el sol esté pegando así

viernes, 19 de junio de 2009



jueves, 18 de junio de 2009

tres tardes




este es hermosisisisísimo

la primera la hice recién
la segunda no fui yo, la tercera tampóco


Una tarde
Mientras él escribe, sin mirar afuera el mar
siente que la punta de su pluma tiembla.
La marea está subiendo por la orilla.
Pero no es eso. No,
es que justo en ese instante a ella se le ocurre
meterse adentro del cuarto desnuda.
Toda dormida, no sabe bien ni donde está
por un momento. Se mueve los pelos de la frente
y se sienta en el inodoro, ojos cerrados,
la cabeza baja. Con las piernas despatarradas. Él la mira
a través de la puerta. A lo mejor
se está acordando de lo que pasó a la mañana.
Porque al rato, abre un ojo y lo mira fijo
y después sonríe, dulce.



Una tarde
Mientras escribe sin observar el océano,
siente entre sus dedos
el temblor de la pluma de su lapicera.
La marea se retira arrastrando
pequeñas piedras, restos de vida marina.
Todo eso no tiene nada que ver, no
con el origen de su emoción. No.
Su corazón se acelera porque ella
en ese instante ha decidido entrar
completamente desnuda a la habitación,
Somnolienta, por un momento no puede imaginar
donde está. Se dirige al baño. Sacude su cabellera.
Se sienta en el inodoro con los ojos cerrados,
la cabeza inclinada; las piernas extendidas, abiertas.
No ha cerrado la puerta del baño, él puede verla.
Quizás
ella este recordando lo que sucedió esa madrugada.
Porque después de un rato abre un ojo y lo mira.
Y sonríe con mucha dulzura.



Una tarde
Mientras escribe sin mirar el mar,
siente que la punta de la pluma se estremece.
La marea está subiendo hasta el guijarral.
Pero no es eso. No,
se debe a que en ese momento ella ha decidido
entrar a la habitación sin nada de ropa.
Adormecida, sin saber muy bien
donde está. Se aparta el pelo de la frente.
Se sienta en el tocador con los ojos cerrados,
la cabeza hacia abajo. Repantigada. La ve
a través del vano de la puerta. Puede
que ella se esté acordando de lo que ocurrió por la mañana.
Después, abre un ojo y lo mira.
Y sonríe dulcemente.

miércoles, 17 de junio de 2009

un trabajo de tipografía descolgadísimo?



budín condénsed (?)
también conocida como la tipografía cuyo ocho y zeta mejor no usemos

(que onda, es
un budín no es dos, es uno solo,
o no son dos, es uno solo??)

sábado, 13 de junio de 2009

en el instante mismo en el que fito páez conoce a cecilia roth en esa escena tantas veces dramatizada en videos y recitada a periodistas de la rolling stone

fabi cantilo grita hermosamente a un micrófono en buenos aires,
plim una chica como yo,
no se queda sin tu amor:
no me da
lo mismo
cualquiera.
para que todo quede claro, para que no hagas problema
ya te voy avisando que te pienso seguir por toda la Tierra.

aunque digas todo se acabó, en Ezeiza no se va a quedar
tu amor, Tu Amor
ya tiene boleto de Primera.





y nada plim
se logra fabi desgarrando
tu garganta desde un disco que nunca nadie va a escuchar, y qué cambia, lo que queda son ecos y quejidos y discos, uno por año, que no entiendo cómo seguís haciendo salir.

y yo te amo tan amorosamente, con un amor extraño de ídolo total de infancia, acordándome de mí misma imitando tu tapa de disco gritando loca con sombreros noventosos y banquitos gritos de piernas largas medias más largas.
así que imaginate.
fue tan tremendo escucharte en orden el otro día, es
lastimoso, tu convencimiento
tu voz
cada vez menos segura, y las canciones que te escribían miles de otros, de disco en disco se convierten gradualmente, plim de diosa india nadando entre los rayos de su magnánimo poder de seducción, plim, a mujer plena de seguridad contándonos a qué nivel ella es más todo que la actual mujer de *alguien*, plim a un no olviden qué diosa soy qué india, plim a canciones tristes que recién ahora caen, y lloran un amor perdido, plim a canciones que citan las viejas canciones que emanaron de su hermoso poder muséico, plim a gritos de ayuda, plim uno tras otro uno tras otro, plim uno tras otro, plim fabi,

qué sentirás hoy viendo al hombre cuyas canciones sobre vos todavía te encanta reversionar
cuando sigue agradeciéndote en documentales en canal á
con anteojos pretensiones canas y con hijos de otras minas
que lo hayas sacado con los dientes de su cama y lo obligaras
a no cortarse las venas, justo antes
de los veinte años que viene durando tu pubertad.



plim plim no sabés lo heavy que es ser una musa volátil, me dijo mi hermana muy seria, plim dándome tu primer disco.
o a lo mejor me lo imaginé. No sé,
un día
me firmaste un papelito en pollerita
y mis ojos brillaron enteros y abiertos y chiquititos