en algún lugar donde nunca estuve,
felizmente y más allá de toda experiencia,
tus ojos tienen ese silencio
en tu gesto más frágil hay cosas que me rodean
o que no puedo tocar porque están demasiado cerca.
tu mirada más frágil me vuelve a abrir tan fácil
aunque yo me haya cerrado como dedos,
abrís siempre, pétalo tras pétalo como la Primavera abre
(tocando hábilmente, misteriosamente) su primera rosa
o si tu deseo es cerrarme, yo y mi vida
nos cerraremos muy bellamente, súbitamente
como el corazón de esta flor imagina
la nieve cayendo en todo lentamente;
nada que hayamos de percibir en este mundo equipara
el poder de tu intensa fragilidad, cuya textura
me sacude con el color de sus países
moviendo muertes y siempres con cada aire que exala
(no sé qué es de ti que cierra
y abre, sólo algo en mí entiende
la voz de tus ojos es más honda
que cualquier centro de rosa)
nadie, ni siquiera la lluvia tiene las manos tan pequeñas
lunes, 5 de abril de 2010
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